domingo, 13 de febrero de 2011

Debería de estar triste...

... Porque mi novio me ha dejado (A cuatro días de San Valentín), pero no lo estoy, de hecho, quién me dejó llorando fue él, y me da penita en el fondo, porque he sido un hijo de puta insensible, pero el conseguir ser eso, me ha otorgado la ventaja de la insensibilidad. Cuando te hacen una endodoncia, no sientes nada, aunque lo debas de sentir... Pues bien, yo no sentí nada. De hecho estoy más feliz, no encajábamos para nada; puede sonar un poquito de, como dije antes "hijo de puta", pero sé que yo soy más maduro que el (Imagínate), Y... Porqué no decirlo, estoy mucho más bueno que el (No sé si debería de poner un emoticono, pero no lo voy a poner).
Pues ese es mi lado "hijo de puta", válgase la redundancia. Pero sé, o eso da a entender, que mi actual Ex- está tan feliz como yo, o eso hace entender a través de la famosa red social "Tuenti". Nunca soporté que viera Gran Hermano 24h. Dime lo que ves, y te diré quien eres.



martes, 1 de febrero de 2011

Y es así como me siento

Últimamente estoy muy raro, me dan cambios repentinos, y curiosamente (o no tan curioso), los bajones me dan cuando leo blogs de mis amigos... Sobre todo el de mi amigo Javi, al que me gustaría ver más a menudo. Hablan de depresión, de que "todo tiempo pasado fue mejor"... Y eso me da mucha pena, me entristece y me dan ganas de escribir en mi blog las palabras más tristes que siento... Pero ese no es mi estilo, ni de escritura ni de vida. Y es porque soy un chico feliz, y eso hoy en día es sentido de inmadurez e irrealidad, pues os jedéis, porque mientras vosotros os ahogáis en vuestra propia mierda, yo respiro el aire de la inmadurez.
Y esto no es nuevo, ya lo puse en la primera entrada de este blog.Pero eso creo que ahora ha llegado a un punto que hace que se desborde el baso. Y puedo dar las gracias (o hachar la culpa) a dos personas, la primera la conozco de hace muy poco, pero la quiero, y estoy enamorado. Se llama Jorge, y hubo un día de esta semana que no le pude ver, y me sentó como una estacada al corazón, una pieza de mi puzle, a la que no pude llamar. Recordaré el día para siempre.
La otra persona es una mujer, y también la quiero mucho, pero no del mismo modo. Me encanta cantar con ella y hacer el tonto, pero también hablar de cosas medianamente serias. Cuando salimos los fines de semana, nos termina por doler la garganta, y es un dolor que me gusta, pues me recuerda a ella, y ha hecho que la polifonía, para mí, lleguq a un punto en que me transmita mucho más que antes, la amistad. Karol, gracias por cultivar parte de tu tiempo en mis terrenos.