Felicidad

Ya nos suena bonita esta palabra cuando la vemos escrita, permitirme escribirla otra vez, felicidad. Y otros muchos creen que es imposible conseguirla, se quejan de la sociedad, del tercer mundo, etc. Pero lo que no saben es que tienen lo necesario e incluso más para conseguir la felicidad en lo que es nuestra sociedad.
La gran mayoría de los que leen mi otro blog, son menores de edad (como yo), y cuando llegan a casa, les aguarda una comida, que cumple función de alimentación, y además nos gusta, está preparado con cariño, aunque no lo creamos, aunque sea comida del microondas. Dormimos tranquilos, bajo un techo...
Para mi, la felicidad reside en conformarte con lo que tienes, fijarte, degustar, palpar, todas las cosas que te rodean y están cerca de ti, por casualidad. Mirar el paisaje que te da la ventana de tu habitación, aunque sea un instituto, e incluso una cárcel, es, seguro digno de un cuadro. Quiero que cuando leas esto, vallas a la ventana más cercana, y si tienes tiempo te fijes en lo que ves en ella: Gente paseando, viviendo su vida, con sus problemas, sus desventajas y ventajas, los edificios donde viven, el la sociedad donde se mueven. Fíjate en las plantas, piensa que respiran, como tú. Piensa en los animales, en los que no ves también, se mueven, se relacionan, se alimentan... Como tú.
Una causa de tristeza y depresión es pensar en los más pobres del mundo. Si la persona más miserable del mundo, la más pobre, la que pasa hambre, fuera tú por un día ¿Se entristecería por que ayer casi muere de hambre?¿O se alegraría? De hecho, si te viera, triste, por cualquier cosa que a el le parece una tontería (ruptura de una pareja, desamor...) Te repudiaría, pues, tienes algo que el moriría por ello y tu lo desperdicias: Una vida que realmente lo es.
Claro que puedes estar triste algún momento o temporada, eso si, con alguna razón importante: enfermedad (la misma depresión, la del Sistema Nervioso y tal), la muerte de algún se querido y muchas cosas más. Pero no vas a estar, metafóricamente hablando, siempre en el suelo porque una vez te hallas caído.

Hasta la imagen más normal, como la que ves en la ventana de tu habitación, puedes verla como objeto de contemplación.
Y buscar en ella, una porción de la felicidad. Yo lo veo, veo en mi ventana mi porción de felicidad.

Me encantaría seguir hablando de este tema, pero si fuera por mi, jamás acabaría. Y espero que me halláis entendido lo que he querido decir más o menos. Pero quiero que alegres la cara, y te fijes en lo que tienes, hasta el más mínimo rayo de luz, se puede usar para alumbrar la más oscura de las habitaciones, eso sí, has de saber usar ese rayo de luz.